Preocupación por León
No sé, ni quiero saber, si Zapatero ha sido un buen gobernante para España. Me limito a constatar que durante su presidencia del Gobierno de la Nación, la administración que él preside ha realizado unos importantes esfuerzos inversores en León, ha tenido iniciativas y ha mantenido a León en una situación digna dentro de la media nacional. La administración central con su interés y preocupación por León ha paliado en gran medida la calamitosa situación de postración en la que la administración autonómica tiene sumida a León y su provincia. La administración autonómica odia a León, no pierde oportunidad de manifestar su inquina hacia lo leonés y ha impuesto un régimen colonial de corte congoleño. La metrópoli castellana ha invertido en León en la infraestructura necesaria para explotar la colonia y para poder extraer los recursos naturales, nunca para mejorar las condiciones de los colonizados. En África los ferrocarriles iban siempre de la mina al puerto. En Castila y León las acequias van siempre de las montañas de León a los regadíos del Carrión y del Pisuerga.
Por eso me preocupo por la ida de Zapatero. Las hienas castellanas ya babean, ya se escuchan sus estridentes risotadas de bicho bobalicón y en cuanto Zapatero se vaya se abalanzarán sobre su presa para descuartizarla. O los leoneses nos espabilamos o acabaremos sumidos, de nuevo, en el más gris de los ostracismos. La despoblación, la falta de oportunidades, el éxodo de las nuevas generaciones volverán a ser moneda de curso legal en nuestra tierra. Recuerdo el estribillo final de una canción en astur-leonés del grupo folk Nuberu que toma hoy todo el sentido: "Dios te llibre de Castiella"