Devastación y extinciones masivas en Grajal de Campos
No ha caído un meteorito como en Tunguska, pero casi. Lo que ha caído en Grajal es Adif y la Junta de Castilla y León. El primero ostenta una patente de corso para construir AVEs y con ella se ha permitido arrasar más del 10% del término municipal. La vía del ansiado AVE a León transcurre por un paredón que encierra el pueblo y además han construido un macrovertedero de escombros de más de 170 Has. Por si fuera poco, los empleados de las contratas circulan sin control por carreteras y caminos destrozándolos, aparcan maquinaria pesada junto a los monumentos históricos y mil tropelías más. La escena parece extraída de las películas de cuando la Union Pacific construía ferrocarriles a punta de revolver por el territorio sin ley de Kansas. El destrozo es de tal magnitud, que unido a la desastrosa política rural de la Junta ha causado la extinción hasta de las ovejas. El último pastor de Grajal ha tirado la toalla. Los pastos arrasados por el AVE y la falta de ayudas de la satrapía pucelana le han forzado a deshacerse del rebaño. Tal circunstancia no se había dado en los 2000 años de historia de Grajal. Todo ello sin contar los destrozos sobre los terrenos de cría de la avutarda o la extinción de las colonias de milano real o alcaudón real que la desaprensiva acción de Adif ha causado, etcétera, etcétera…. Lo siguiente será la extinción de la especie humana en Grajal. Aunque esto es materia de otra discusión, nos consta que el Sacyl y otros organismos de la Junta están haciendo sus mejores esfuerzos para lograrlo.