Ecos de pasado por el presente
Ese león coronado, rugiendo con su mística guerrera postergado al olvido por sus viejos enemigos y amigos. Ese viejo león herido de muerte en aquel entonces y hoy en día muerto de desidia y desesperación por sobrevivir, solo al pasear por sus calles se descubre esto frente a sus viejos monumentos, cayéndose a pedazos como animal desangrándose por las esquinas de este reino. O si lo prefiere usted viendo la sangre como el personal humano se marcha por no encontrar salida en esta tierra o ahogando su escasa industria. Gracias a los políticos que crió o a los envidiosos convecinos y vecinos. Creando el desierto de león no se sabe para defenderse de quien sino de arrimar el ascua a su sardina. La historia se suele repetir y mejor en lo bueno y no en lo malo. Nos venden por un trozo de pastel, cuando deberían ayudarnos en vender nuestras excelencias de esta tierra, que lucha cada día por salir de su frustración y desesperanza. Son capaces de robarnos asta la corriente y luego hacérnosla pagar al precio desorbitado sin ni siquiera sonrojarse en el camino. Quizás porque en mi fábula, león era aquel orgulloso fuerte del reino resistiendo todos los ataques de los moros y castellanos traidores, vertebrando de esta forma aquella España nuestra, a pesar de que sus reyes se mataran entre ellos, hermano contra hermano, primo contra primo y demás familia. Por que este país esta hecho a espada, sangre y fuego no solo de las reyertas de los moros si no de las nuestras propias, que para matarnos entre nosotros nos bastamos solos. Y no son mejores aquellos que se hacen llamar cristianos viejos, que se creen dueños de la tierra por sus apellidos, escudos su heráldica si contar que también en sus filas hay sangre tanto moro, morisco o judío, y su mestizaje es lo que le haga existir pues el éxito seguro lo consiguió gracias a las características que ganó con ello. En vez de enseñarlo lo esconden como si fuera sacrilegio el decirlo. Estos son los mismos que se levantan enarbolando una bandera nacionalista como si ellos fueran la nación .Quizás tendrían todo ese derecho si estuvieran apegados al terruño día tras día, de sol a sol, rompiéndose la espalda y sin cambiarse la chaqueta o luchando contra el duro carbón arrancándolo de las entrañas de la tierra. O porque no? Sacando pizarra en Babia puesto que por allí están cuando quieren. Nadie recuerda que nos llevan asta la chispa de vivir cada vez Pero la historia no sale como uno quiere sino como es y este país o conjunto de países no se da cuenta en mirar hacia el futuro y pensar en algo mas grande que para mi será Europa y porque no el mundo sin más y sin fronteras, ni países, solo regiones e igualdad de condiciones para competir y disfrutar del planeta con el respeto debido todos juntos