Respuesta carta del 19 de Mayo
Como vecina de la Plaza de San Isidoro, me gustaría contestar a la carta enviada por Don Manuel García Fernández a este periódico el 19 de mayo: Veo a diario como, algunos niños, a la hora de salida de un colegio próximo a la Basílica de San Isidoro, disfrutan dando balonazos a los muros de esta iglesia, por cierto recién restaurada, ante la mirada complaciente, bobalicona y ridícula de sus padres; yo misma he tratado de explicarles que es un edificio muy viejo y muy bonito al que hay que cuidar, ya veo que sin ningún éxito, porque efectivamente, también algún padre, lejos de secundarme, ha invitado a la criatura a que le dé más fuerte. También he presenciado, cómo, uno de estos balones perdidos, inocentemente ha ido a parar a las gafas de un turista con la consiguiente rotura y brecha en su ceja, y como estas angelicales y educadas criaturas llamaban “cacatúa” a una guía que estaba explicando el monumento a un grupo, cuando les rogaba que no gritasen a su alrededor. Por cierto que hasta donde yo sé ni León es una ciudad Patrimonio de la Humanidad, ni el atrio de San Isidoro es un espacio público, ni las iglesias son para jugar. Me parece muy bien que los niños jueguen pero en los lugares habilitados para ello, el jardín del Cid también está cerca, y siempre bajo la atenta supervisión de sus padres.