Justicia para Ángel

Aunque los hermanos a veces no nos hablemos por motivos familiares, al final la sangre que corre por las venas es la misma la de él y la mía. Desde que supe de tu muerte también tenía claro quien era tu verdugo, quise equivocarme porque todo sería más llevadero, lamentablemente mi corazanada no estaba equivocada. Dicen de ti tantas cosas que hoy las verdades se dudan y las mentiras quieren triunfar, tranquilo Gelo, los Gómez lucharemos por tu verdad. Aquellos que nos conocen pueden permitirse el lujo de comentar el fuerte carácter que tenemos, las palabras mal sonantes que nos salen con tanta facilidad, pero hoy también pueden decir que los hijos de Emilio y de Irene siendo tan malos como dicen, no son verdugos de nadie. Deseo igual que lo desarías tú, el mejor futuro para tus hijas, el perdón de los que pude ofender en los momentos de irá y que con tu muerte se haga justicia. Lamento no haber limado asperezas contigo antes de tu final y que conocieras a tu sobrino. Gelo, tu familia de Hospital del Sil, tus vecinos y tus verdaderos amigos estamos contigo buscando que finalmente puedas descansar en paz.-