Ejemplo de malos políticos

Estupefacto es la palabra exacta para definir como se queda uno tras leer en el diario de León una de las noticias: “El ayuntamiento se marca como objetivo recaudar 4,5 millones de euros en multas en 2013”. Si, parece ser que el Ayuntamiento de León prevé un aumento de recaudación de nada menos que el 34% respecto al año anterior y a ello contribuirá, a buen seguro, los nuevos radares que piensan poner, además de los existentes (dos de semáforo rojo y uno de velocidad). De entrada, poner en unos presupuestos municipales la previsión de ingresos por multas de tráfico ya es, cuanto menos, poco ético, me parece a mí, aunque siempre es previsible algún ingreso por ese concepto; nunca es “seguro” del todo, como por ejemplo la recaudación del IBI u otros conceptos que si, con seguridad, se producirán. En segundo lugar, es aún más indecoroso, aumentar los ingresos respecto al año anterior, y si además es un incremento excesivo (como lo es un 34%) raya en la indecencia política. Hace ya mas de 25 años que, por razones laborales, me encontraba en el país vasco, (que en algunos aspectos, sus políticos nos podrían dar muchas lecciones), y doy fe que cuando tenían previsto realizar controles de alcoholemia en fines de semana, lo anunciaban en varios medios de comunicación; prensa, radio, etc. , indicando el punto kilométrico exacto donde se iban a realizar. Alguien podría pensar, pues que tontería, así se libran todos. Efectivamente, así piensa quien considera que los controles y las medidas de tráfico están solo para recaudar, como parece que piensan nuestros políticos. De que se trata, ¿de poner multas y recaudar o de que la gente no beba y por tanto, no pongan en peligro sus vidas o las de los demás en la carretera? Señores políticos leoneses del consistorio de la capital de León, de que se trata ¿de educar a la ciudadanía para que se comporte mejor en el tráfico o de recaudar? Si realmente les importara la educación ciudadana deberían indicar por todos los medios posibles donde se instalan esos radares y las consecuencias que acarrea el saltarlos; así contribuirían a que la gente condujera con mas cuidado, con menos velocidad y no pusiera en peligro a nadie. También, se concienciaría a la gente de la importancia de ser responsables al volante. Pero no, nuestros políticos, como ejemplo de malos políticos prefieren recaudar. Ya saben, estamos en tiempos de crisis y con tanto chorizo y tanto corrupto, quizá nunca cuadren las cuentas si no es a expensas de los de siempre: el ciudadano de base. Se tiene muy poca consideración y poca fe en el cambio de comportamiento de las personas. Es una pena, de políticos, me refiero.