Diario de León
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Del NO a Villalar [1] Francisco Iglesias Carreño Presidente PREPAL 21/04/2013 Hubo una vez (11 de noviembre de 1517) un encuentro entre dos hermanos, que hacía mucho tiempo que no se veían y uno de ellos, llamado Fernando, se inclino, en señal de respeto, y beso, en señal de obediencia, la mano al otro hermano que se llamaba Carlos. Ambos eran hijos de Felipe ( de la Casa de los Habsburgo) y de Juana (de la Casa de los Trastámara). Fernando se había criado en la península Ibérica y tendría, sin lugar a dudas, a su alrededor su grupo/coro/corte de amigos/partidarios/logreros y el otro, Carlos, que venia de fuera, los tenía en aquellas tierras llanas de la Europa norteña, haya por Gante , por todo Flandes (en los Países Bajos),y ello es relevante, geográficamente/ posicionalmente/políticamente a lo que después sucedió. Pero del encuentro dinástico/familiar/fraternal de los dos hermanos, Carlos sale, igual que llegó, como soberano, a plenitud, de los Reinos de sus abuelos maternos (los celebérrimos Fernando e Isabel, nuestros Reyes Católicos) y Fernando, en abandonando la Península (en 1518 fue enviado a Flandes por los consejeros de su hermano para alejarlo de sus numerosos partidarios en la Península Ibérica, que por su educación española, le consideraban el auténtico príncipe nacional)), es instado (después del Tratado de Worms en 1521) hacia otros responsabilidades en la Europa central de aquel entonces. Tal encuentro/reunión/ conferencia familiar-.-que duro tres días-.- tuvo lugar en el pueblo de Mojados. Fernando tenía tres años menos que Carlos.De tal fraternal encuentro es posible, casi seguro, que, en principio, salieran ganando los amigos/partidarios/consejeros de Carlos y perdiendo ( o no ganando al menos) los correspondientes afines a Fernando., y ello tendría consecuencias políticas/económicas/sociales mediatas. El grupo de presión política que pierde en Mojados queda, de inicio, fuera del juego político y de la cercanía del poder que representa Carlos y todas sus expectativas se desvanecen. Ahora viene el concatenar esa pérdida del favor/control/poder político de tan concretos miembros del grupo fernandista en 1517 y como los mismos están o no en sintonía, y en que grado e implicación, con el llamado movimiento de las ciudades y/o de las Comunidades comenzado en 1520, lo cual darían pie para atisbar la falta de causalidad, en el comportamiento de los procuradores, en la llamada reunión de las Cortes de La Coruña (1520), y si, y por el contrario, algo ya más planificado, y nada espontáneo, y ,por tanto, programado y que veía de situaciones previas. Podría suponerse que desde el 17-11-1517 se empezó ya a trabajar en la construcción de una postura que, como bloque, representará los intereses de las grandes familias hispanas. Ya en 1515 Adriano de Utrech (rector de la Universidad de Lovaina y futuro Papa) viajó a España para asegurarse de que Fernando el Católico no quitaba a Carlos la herencia de las Coronas Leonesa, Castellana y Aragonesa en favor de su hermano Fernando, quien se había criado junto a él y era su nieto favorito. Si bien se comprometió a nombrar a Carlos como sucesor, los consejeros del rey tuvieron que convencerle poco antes de su muerte para que no designara a Fernando.(No parece ser una quimera la existencia de un partido fernandista en apoyo, cierto o presunto, del Infante Fernando para ser heredero de los Reyes Católicos) Ahora vemos, ¡ lo vemos a diario!, como se azuza a nuestros convecinos en aras de su postración identitaria. Ahora y desde centralismo pucelano, se esta difundiendo un mensaje de uniformidad monocorde, cuasi tipo militar, que trata con contumacia, de instaurar una homogeneidad , de encefalograma plano, sobre el ejercicio del libre pensamiento de los individuos, y para tal menester , fuinalidad y propósito, en el colmo de los desatinos, se quiere instrumentar a los libres, ¡ constitucionalmente libres!, ciudadanos de las tres provincias leonesas: Salamanca, Zamora y León, degradándoles a la categoría de aplaudidores automatizados de decisiones políticas coyunturales, claramente posconstitucionales (1981), tomadas en la cercanía de los efluvios teatralizados del 23-F´1981, que pudieran conculcar/negar/inhibir sus legítimos derechos constitucionales y la anhelada, ¡ y obligada!, plenitud de los mismos. Aquí, y ahora, por arte del birli-birloque, se asume que ser autónomo es el resultado de unas reuniones/conciliábulos/ xuntanzas (¿secretas?) celebradas en Madrid, donde ya se decide/amaña/provoca un nuevo territorio-no previsto en el texto constitucional- que se da hecho a unos ciudadanos (sin que ellos puedan modificarlo, ni rechazarlo) y que les excluye sus reconocimientos pasados preconstitucionales (sea de la Constitución Española´1931 o de la Constitución Española´1978), así como su encuadre regional histórico..Una vez más asistimos a la confabulación, con otra edición más de la ceremonia de la confusión, donde un acontecer político del pasado se intenta instrumentar, por razones obscuras nunca explicadas, en aras de unas plusvalías socioeconómicas que, ¡ ya será casualidad!, siempre recalan en, hacia y para la urbe de Valladolid. prepalszl@gmail.com

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