Diario de León

Reflexiones de un pendonero en San Froilán

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Todos los años ansías que llegue este día; el día en que los Pendones “toman” León, el día en que con orgullo alzas al aire vara y seda y desfilas por las calles de la capital mostrando a todo el mundo la tradición de tu pueblo. Soy Bernardo Jose Gutiérrez Gutiérrez, Pendonero de Villaseca de la Sobarriba y ejerzo el cargo de Presidente de la Asociación de Pendones del Reino de León; pero ante todo soy eso: PENDONERO DE LEÓN. Llevo más de MUCHOS años bajando a León en San Froilán y portando el Pendón de mi pueblo con mis vecinos y amigos, bebiendo de la bota de vino como hacían mis abuelos y bailando el Pendón al llegar a la Plaza Mayor. Durante estos años he visto todos los cambios que se han ido produciendo en esta fiesta pero la esencia siempre ha sido la misma: llevar sobre el cinto la historia y tradición de mi pueblo. Cada año somos más los que nos unimos en León en San Froilán, los que tenemos esta fecha, no sólo como la fiesta de la capital leonesa, sino la que cada vez con más aceptación, es la Fiesta de los Pendoneros. Es el punto de encuentro de más de 3.000 personas que participamos en el desfile, de más de 3.000 Pendoneros y de más de 3.000 amigos. Este año hemos batido un nuevo record: 274 Pendones y Pendonetas. ¿Qué nos queda para el año que viene? Cada año que pasa somos más los que recuperamos esta tradición, los que buscamos en nuestros pueblos restos de la historia que nos aporta el Pendón, los que nos unimos para recuperar el Pendón desgarrado por el paso de los años oculto en las paredes de la Iglesia o en un pajar. Si el Pendón ha conseguido sobrevivir a mil adversidades a lo largo de los siglos, ¿lo vamos a dejar morir ahora? Eso sí; debemos recuperar, arreglar, copiar o restaurar: nunca inventar. No debemos sacarnos de la chistera un Pendón que nunca ha existido porque el pueblo de al lado tenga uno o porque ahora sea la moda. El Pendón es una tradición que hay que respetar, no una excusa para el lucimiento de unos pocos o para conseguir réditos personales. San Froilán nos pertenece a todos y cada uno de los que participamos en él, ya sea como espectadores, Pendoneros u organización. Todos trabajamos para que año tras año se convierta en la fiesta más grande, la que te hace sentir orgulloso de ser leonés. Todos debemos luchar por mantener nuestra tradición (Pendones, Carros, Cantaderas, etc.), para que nuestra cultura no caiga en el olvido y para que perviva a lo largo del tiempo. De San Froilán hay que quedarse con todo y convertir lo menos bueno en algo positivo. Desde el madrugar para estar puntuales en San Marcos, mirar al cielo con miedo y esperanza deseando que no llueva, esperar hasta encontrar tu vara, ponerte nervioso porque tardan en descargarla, la burocracia para inscribirte en el desfile, luchar contra el viento en el recorrido, que no puedas lucir tus habilidades de Pendonero porque un miembro de la organización te indica que sólo puedes hacerlo en la Plaza Mayor, las colas para cobrar la subvención (esta año ha sido todo un logro ya que en 20 minutos todos habíamos hecho la gestión), el que nunca nos pongamos de acuerdo sobre si los premiados han sido los mejores, etc. Respecto a esta cuestión, este año ha traído sorpresas: dos premiados que no se encontraban presentes por lo que han perdido su premio. Espero que esto nos haga reflexionar a todos. Luego está el trabajo que muy pocos agradecen ni valoran lo suficiente; me refiero al trabajo de los colaboradores en la organización. Todos aquellos que un mes antes ya están preparando este día tan especial: desde el personal del Ayuntamiento hasta las personas anónimas que tratamos que este día salga lo mejor posible pasando por Protección Civil, Policía, etc. Gracias a este grupo de personas, 3.000 podemos disfrutar de este día. Desde la administrativo del Ayuntamiento que se vuelve loca apuntando a los pueblos o modificando datos que van surgiendo, los chóferes del Ayuntamiento que recorren la provincia recogiendo nuestras varas que a veces no están donde deberían, los responsables de cada uno de los pueblos que intentan ponerlo todo fácil para que esta labor sea lo más llevadera posible, los colaboradores de la Asociación de Pendones que están movilizados días antes repartiéndose las labores de organización y que luego ese día nada sale como lo tenían previsto pero que aún así hacen una labor encomiable y gracias a cada uno de los Pendoneros llegados de todos los rincones de la provincia que siempre desbordan las mejores perspectivas de participación y que cada año hacen que sea mejor que el anterior. Son MUCHOS años de Pendonero en San Froilán llenos de satisfacción y 9 como presidente de la Asociación de Pendones con grandes victorias y pequeñas derrotas, con gente que lleva conmigo apoyándome desde el principio, con amigos que han quedado en el camino y con nuevos colaboradores que dan lo mejor de sí mismos y que lo único que recibimos a cambio es la satisfacción de levantar nuestros Pendones. Real Academia Española: Pendón: 1. Insignia militar que consistía en una bandera más larga que ancha y que se usaba para distinguir los regimientos, batallones, etc. 2. Insignia militar, que era una bandera o estandarte pequeño, y se usaba en la milicia para distinguir los regimientos, batallones y demás cuerpos del Ejército que iban a la guerra. Hoy usan banderas o estandartes, según sus institutos. 3. Divisa o insignia usada por las iglesias y cofradías para guiar las procesiones. Para un leonés el Pendón es sinónimo de orgullo, tradición, cultura, historia, satisfacción, emoción, unanimidad, pueblo, hermandad, amistad,…. Que la única relación bélica que tienen hoy en día los Pendones es cuando los Pendoneros rivalizan en ser los mejores en su manejo. Que el Pendón sea símbolo de unidad y no de distanciamiento entre los pueblos y sus gentes. De nuevo, gracias a los orgullosos pendoneros que hacen de San Froilán el punto de encuentro de tradición, cultura y hermandad.

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