Denigrante y vejatorio

Laura González Robles Ayer conocí el verdadero significado de las palabras “denigrante” y “vejatorio”. Tengo 26 años, soy Enfermera y ayer participe en unas oposiciones de Enfermería convocadas por el Servicio de Salud del Principado de Asturias. Escribo esta carta para manifestar la indignación y repugnancia que siento hacia las personas que han consentido que este acto se desarrollara de una forma tan inhumana y llena de calificativos despectivos a los que no voy a recurrir. Fuimos convocados a las 11 de la mañana del dia 26 de Octubre en el recinto ferial Luis Adaro de Gijon. Según informo el SESPA participamos en esta prueba 7.080 aspirantes. Falta de organización, mala señalización y retraso en la apertura de las puertas de los pabellones llevo a un hacinamiento de más de 7000 personas dentro del recinto ferial. Las puertas de los pabellones se abrieron a las 11:15 de la mañana, 15 minutos de retraso (comprensible), pero aquí comenzaba la broma de mal gusto a la que íbamos a ser sometidos. No hubo llamamiento oficial, nos abrieron unas puertas y entramos “en manada” a través de ella, nadie comprobó mi DNI hasta bien empezado el examen, textualmente me dijeron “que me sentara donde encontrara un hueco libre”. Señores, estamos en una oposición oficial convocada por un organismo oficial, y ¿no hay un llamamiento oficial?....continuo…sobre la mesa las instrucciones del examen y la planilla de respuesta (no el examen). Son las 12:00 de la mañana y solicito a unos de los colaboradores del examen permiso para levantarme al servicio y recibo una negativa. Pregunto que si una vez que repartan los cuestionarios puedo ir acompañada por un colaborador (ya que esta es la forma de proceder en otros procesos selectivos a los que he acudido, incluido el EIR, prueba a nivel nacional en la que participan una media de 15.000 opositores y en la que NUNCA ha ocurrido ninguna incidencia escabrosa como las de ayer en Asturias) y me dicen que no hasta que finalice el examen, esto es, hasta transcurridas dos horas desde que se repartan los cuestionarios. Son las 12.15, continuo necesitando acudir al servicio y me lo vuelven a negar. Reparten los cuestionarios a las 12:35 horas y se me presentan por delante dos horas como mínimo hasta poder levantarme de mi silla de madera, mas propia de una fiesta de “prao” que de una oposición. Tengo mucha necesidad de ir al servicio, empiezo a encontrarme realmente mal, tengo sudores fríos y empiezo a marearme, solicito hablar con la responsable de mi pabellón, la pido por favor entre lloros que me acompañen al servicio, y la respuesta que recibo es que “si quiero ir la baño debo abandonar el examen”, eso o “mearme encima” como textualmente me dice otra colaboradora. Decido abandonar el examen porque NO PUEDO MAS, soy una persona humana y se me esta negando una necesidad básica de todo ser humano, que es “hacer pis”. Dejo mi examen y salgo corriendo por la puerta, y ¿cual es mi sorpresa?....las puertas por las que he entrado hace una hora y media están cerradas y NO PUEDO SALIR. Me empiezo a poner nerviosa, me falta el aire y quiero salir de allí, vuelvo a subir las escaleras y me indican otra puerta que me lleva al mismo sitio, siguen cerradas, golpeo el cristal hasta que me ve una responsable del recinto ferial que acude a mi por otra puerta que yo no había visto y que si estaba abierta, una única puerta pequeña abierta para los pabellones 3 y 4 del recinto ferial donde calculo que estuviéramos en torno a 700 personas. Abandoné una oposición porque necesitaba ir al servicio y se me negó repetidas veces, oficialmente aparezco como no presentada a un examen por el que pague unas tasas de inscripción, y todo por negárseme un derecho humano. Pero no fui la única, fuimos muchas personas las que nos sentimos humillados, tratados como animales, menospreciados…..y los que tuvimos que abandonar el lugar del examen para ir al cuarto de baño, incluidas embarazadas. Crisis de ansiedad, una ambulancia entrando en el recinto ferial, gente orinándose encima porque se jugaban una plaza fija como enfermeros y no podían abandonar ese examen, gente orinando en botellas de plástico en la mesa del examen, gente ansiosa, llorando, mareada, histérica… Según el SESPA el examen transcurrió sin incidencias;¿acaso no lo son que varias personas abandonen por tener que ir al servicio, tengan que precisar asistencia sanitaria o se vean OBLIGADOS a orinarse encima?¿por qué no se plantean que es lo que han hecho para que una persona vea como única alternativa hacerse pis en los pantalones, pasando la vergüenza y humillación que esto supone, ¿en qué cabeza cabe tener encerradas a personas en un pabellón con una única puerta abierta?; esto es muy grave señores, lo único de lo que me arrepiento es de no haber llamado ayer a la policía local de Gijón para que constataran que esas puertas estaban cerradas y se les cayera el pelo a todos estos políticos trajeados, que se presentan a primerita hora para darse palmadas en la espalda y posar para la foto de rigor. Vergüenza es lo que me hace sentir esta gente, desprecio por su falta de humanidad, de razocinio, su despotismo y su soberbia al decir que “todo trascurrió sin incidencias”, al decir que era una oposición de gran envergadura. Se les quedo grandes señores, porque son unos incompetentes que lo único que les preocupa es quedar bien en la foto. Por supuesto que voy a presentar todas las quejas formales necesarias, yo y otras tantas personas que han vivido la desesperada situación que viví yo ayer. Llegaremos donde sea preciso para ponerles la cara colorada a estos sinvergüenzas que nos han tratado como al ganado. De verdad que no tengo palabras para describir como me siento. Animo a todos los que os pasara lo mismo que a mí, pero animo sobre todo porque sabemos que no somos como ellos, que nosotros somos humanos con valores, ética y moralidad que nos permite tratar a las personas como personas. LAURA GONZALEZ ROBLES