Pablo Iglesias... el pirómano
“PABLO IGLESIAS… EL PIRÓMANO… con cerillas y manguera” Sr. Director Hoy, día 11-05-2015, he seguido el programa “Espejo Público” en el que se entrevistaba a don Pablo Iglesias, secretario general de PODEMOS. Me preocupa, me hace sentir impotente el escuchar las “peroratas” de un “caudillo populista” cuyas generalidades valen para todo y para todos. Cuando se pretende que dé explicaciones y aclare todo lo que de los dirigentes de PODEMOS han manifestado profesionales de ética no dudosa y todo aquello que de forma reiterada la Prensa, en general, ha publicado sobre sus relaciones internacionales: NO SABE, NO CONTESTA, NI ACUDE A LA JUSTICIA. Subir al monte, señor Pablo Iglesias, y cantar las maravillas que desde allí se ven no arregla nada. Hay que bajar a la mina, horadarla y procurar que no se caiga todo el tenderete. Verle y escucharle sugiere preguntar ¿no era ese señor aquel PIRÓMANO entusiasta que antorcha en mano y bidón de gasolina iba a quemar todo el sistema y llevaría al pueblo, como Moisés, a la Tierra Prometida? ¡Qué hipocresía! Ahora le veo con una cajita de cerillas y una botella de agua por si acaso se aviva el fuego. La verdad, señor Pablo Iglesias, no me extraña nada. La política es una de las profesiones donde, utilizando el “desconocimiento de la masa social”, puede uno situarse y rentabilizar la economía personal. Señor Pablo Iglesias, como en los toros, es fácil llenar la plaza y luego decir que los toros eran malos. La hipocresía mayor que encarna usted y sus acólitos es “haber comido en el plato que ahora tiran porque dicen huele mal; pero ustedes le vaciaron antes y se aprovecharon de esa cocina que ahora condenan” Ahora, a la sombra, en la “retaguardia” Pablo y sus apóstoles comenzarán a vivir como auténticos políticos europeos: sueldos a su altura, dietas incombustibles, pólizas de seguros por si acaso, tertulias generalistas sin compromisos; es decir como en las películas: todos mueren menos los protagonistas.