Perros de gatera
PERROS DE GATERA Para aquellos que no se han criado en una casa de pueblo, deberemos antes de nada ACLARAR el concepto GATERA. Por gatera se entiende un orificio practicado en la pared de una casa rural, normalmente al lado de la puerta principal, por donde entran y salen los gatos. Pero en toda casa rural que se precie, además del mencionado gato, habitualmente se tiene otro animal doméstico tradicional, el perro. ¿Dónde está el problema? Pues que la gatera no está habilitada para el cánido y el pobre perro por su mayor tamaño se ve relegado a ermitaña vida, por no poder hacer uso del mencionado artilugio. Las frustraciones de nuestro cancerbero son obvias: Atisba, intuye, otea la calle, pero no puede acceder a ella. Existe el pasadizo pero no le sirve. Existe otro mundo, pero, para el, se reduce al diámetro de dicho agujero y solo le sirve como caja de resonancia de sus FRUSTRANTES y FRUSTRADOS ladridos. La GATERA, simplemente es un SIMIL, para explicar la visión que de nuestro ESTADO, NACIÓN, PATRIA, tienen nuestros partidos políticos. Son, como nuestro frustrado perro:” PARTIDOS POLITICOS DE GATERA”. Su GATERA es su PARTIDISTA PARTIDISMO. Todo reducido a visiones INTERESADAS DE LA VIDA Y DE LA POLITICA. No existe OTRA visión del futuro de NUESTRO PAIS, que no pase por los intereses puntuales de su partido, de las próximas elecciones o de los bastardos intereses de fulanito, menganito o de sus amigantes. El ESTADO queda COMO ARMA ELECTORAL. La visión desde la GATERA, es limitada, corta, miope. Se ve circular a la gente. Se le ven los pies, sus zapatos, sus livianos o torpes andares; pero ese restringido espacio les impide mirar a la cara a la gente, ver la expresión de sus ojos, sus caras sonrientes o desencajadas, sus preocupaciones o sus alegrías, sus miedos o sus certezas, sus problemas, sus necesidades. Les impide ver la vida real. Todo eso se lo están perdiendo nuestros PARTIDOS DE GATERA. El problema no solamente es que se pierdan la vida de la gente, de sus votantes, que por otro lado se la trae al pairo, sino que dirigen el ESTADO con la pacata VISIÓN QUE LES PROPORCIONA “SU GATERA”•. Y cuando esos anónimos y obviados viandantes, NO COMPARTEN LA VISIÓN DE LA GATERA Y NO VOTAN lo que desde ella SE TRATA DE PROYECTAR, nuestro frustrado perro… ladra, ladra y ladra y además sigue SIN ENTERARSE DE NADA DE LO QUE SUCEDE EN LA CALLE.