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León

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Por fin me decido a ponerle una líneas para recomendar públicamente a los miembros de la comisión para cambiar los nombres del callejero que cuando llegue el momento de quitar las placas de los afectados por la ley de la Memoria Histórica no pongan en el mismo saco las placas de Pinilla y de Roa de la Vega, por la sencilla razón de que tenían unas personalidades antagónicas y mantenerles juntos en su descanso eterno sería un error histórico imperdonable al alto nivel de conocimiento de la Historia Local de la primera mitad del siglo XX que se les supone a los susodichos señores. Téngase en cuenta que Roa de la Vega fue el único español que, en la época ignominiosa, apoyando el derrocamiento de la República, denunció a un Gobernador Civil, D. Carlos Pinilla ante el Fiscal del Tribunal Supremo el 11de febrero de 1941 y que este tramitó la denuncia, pero nunca se supo donde quedó varada. Aquel, Pinilla, deportó a Roa de la Vega a la Cabrera con el único fin de que los maquis se lo quitaran del medio. En cambio sí le ruego encarecidamente, a quien ha de menester, que su placa se ajunte con la de Álvaro López Núñez al que consideraba Roa de la Vega un benefactor de las clases humildes, para que juntas vaguen por la Historia. En 1926, siendo él alcalde, le dio nombre a una calle que ninguna corporación socialista osó suprimir. La corporación de entonces reconocía con ello su labor en el Instituto de Previsión que con D. Gumersindo Azcárate contribuyó a fundar. Años después fue asesinado en 1936 vilmente por las hordas que se creen en posesión de la Verdad, el Bien y la Hermosura que tanto daño han producido en esta España de demócratas de toda la vida. La causa de la denuncia de Roa fue el intento de Pinilla de quedarse con las fincas de Dª Josefina Álvarez Carballo en Sariegos, esposa de Amós Salvador, exiliado el matrimonio en Venezuela. Pero eso es otra historia más larga que contar, aunque fue lo que contribuyó al permanente enfrentamiento entre Roa de la Vega y Pinilla. Y para terminar me atrevo aconsejar humildemente a los ya mencionados miembros de la comisión para cambiar los nombres del callejero repasen lo que Francisco Martínez García en su monumental obra Historia de la Literatura Leonesa (pp. 638 y 639, pp. 531 y 837 respectivamente) pone en boca de Eugenio Nora y Francisco Pérez Herrero sobre Francisco Roa de la Vega. Muchas gracias, quedo a su disposición César Roa Marco 24 de octubre, 2016

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