Diario de León
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León

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Muchos diseñadores gráficos, publicistas, administradores de redes ‒y, de hecho, cualquier persona que trabaje en medios‒ han vivido la pesadilla de pedir al cliente el logotipo de la empresa vectorizado solo para recibir por correo un documento llamado “logo.jpg” o, aún peor, “logo.doc”. Actualmente vivimos en la era web 2.0 en donde existen nuevos conceptos digitales que abarcan a diversas carreras y puestos de trabajo, en donde una palabra utilizada por pocos rápidamente se convierte en una palabra utilizada por muchos. La palabra en este caso es vectorizar. Este verbo nace con Adobe Illustrator 1.1 en 1987. En este programa la pluma se utiliza para formar vectores y formar mediante estas curvas una imagen. Llamamos vectorizar al proceso de dibujar con vectores ‒desde cosas muy simples hasta verdaderas obras de arte‒ y al proceso de convertir imágenes en pixeles a imágenes en vectores. Al guardar archivos en programas de vectorización, las imágenes no se guardan en pixeles sino que se guardan los vectores, de este modo la imagen se puede agrandar o achicar sin repercusión en la resolución. Es por esto por lo que los diseñadores gráficos, publicistas, administradores de redes (y más) piden a sus clientes imágenes vectorizadas, ¿pero quién puede culpar al cliente por responder con un documento de Word? La palabra vectorizar no se encuentra en ningún diccionario oficial del lenguaje español. Y, tal vez, ya va siendo hora de que se agregue.

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