Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Siempre hay un ángel de la guarda, y siempre está donde menos te lo esperas. En Octubre de 2015 estábamos pasando unos días con la familia en León; llevábamos un periplo de médicos y hospitales bastante intenso con nuestra pequeña, y decidimos tomarnos un respiro. Llevamos a la niña a un parque, y nada más entrar quiso subirse a un juego, con tan mala (o buena, mirado en perspectiva) suerte, que se golpeó justo en el ganglio que tenía inflamado, provocando una hemorragia importante. Recogimos a la pequeña (iba a cumplir dos años aún) y nos metimos en el coche para llevarla a urgencias. No se lo deseo a nadie. El miedo, los nervios, el susto, todo eso junto hizo que en la rotonda que hay en frente del Carrefour, tomáramos la salida que no era. Y justo allí, apareció nuestro ángel guardián: un coche de policía -soy incapaz de decir si era local, nacional, o a donde pertenecía-, al que mi marido pidión que se parara en el arcén. Yo no sé qué debió de pensar cuando le vio agarrarse a la ventanilla con las manos aún llenas de sangre de la niña, cuando un padre joven y desesperado le pidió que le llevara al hospital. No sé dónde iba, ni qué trabajo dejó pospuesto, sólo sé que nos llevó hasta la puerta de urgencias pediátricas, y que por el camino había hecho las gestiones oportunas avisando de que allí íbamos con nuestra pequeña. No se cómo se llama ese hombre, y ha pasado bastante tiempo, pero queríamos darle las GRACIAS, así, con mayúsculas. GRACIAS por dejar sus asuntos y acompañarnos, GRACIAS por su diligencia, por su humanidad, por su buen hacer profesional. Y decirle, si llega este agradecimiento a sus manos, que la pequeña está bien, por suerte. Fue operada unos días después, y todo ha ido bien, muy bien. Muchas gracias a nuestro ángel de la guarda.

tracking