La verdad desapareció en Cataluña

Sr. Director La cobardía de ciertos políticos catalanes se esconde tras los aforamientos. Vergüenza da comprobar que el PERJURIO ha dejado de ser castigado penalmente. En Cataluña, parece ser, los políticos pueden PROMETER o JURAR todo lo que se les ponga por delante para poder de acceder a los cargos institucionales a sabiendas que no van a cumplir. Lo más grave e inadmisible es ocupar los cargos para cuidado y defensa de TODOS y luego, impunemente, apoyar a unos y defenestrar a otros. Incitar a tomar la calle, que es de TODOS, es querer legitimar impunemente el ESCRACHE a aquellos ciudadanos que no piensan como dichos políticos. La “mentira política”, la “incitación al incumplimiento de las leyes” deberían estar castigados con cárcel, porque queda claro y manifiesto que se JURA y se PROMETE lo que saben que no van a cumplir. Eso es lo más parecido a la PREVARICACIÓN. Estos días, contemplando las imágenes de muchas manifestaciones y algaradas, vemos, mayoritariamente, jóvenes anti sistema, jóvenes desaliñados... Quizás sean los expertos intelectuales de la futura Cataluña o quizás sean los expertos historiadores de lo que jamás conocieron o quizás sean la “CLA” “paga” y “bien paga” por los incitadores atrincherados en sus poltronas políticas bien pagadas, bien alimentadas y nunca castigadas. Pena da, escuchar a los principales dirigentes catalanes. Se han olvidado de todos aquellos catalanes que no piensan como ellos... ¡Esa es la futura Colonia Catalana Independiente!, la de la estrella de David. Se creen raza pura y se olvidan que desde hace muchos años Cataluña es una amalgama de ciudadanos de todas las comarcas de España, ciudadanos catalanes oriundos de primeras, segundas y sucesivas generaciones de inmigrantes.