Al abuelo Pepe (José Álvarez Ojero)

Abuelo, queremos seguir hablando contigo cada día. Siéntate a nuestro lado y escúchanos como siempre hiciste. Queremos agradecerte cada nana que nos cantaste para ayudarnos a dormir. Cada paseo que nos diste a pesar de que estuviera deshaciéndose el cielo. Porque tú no podías faltar. Con tu cacha eterna. Con tu paso tranquilo. Gracias por robarle poco a poco dinero a la abuela para que no nos faltase tu propina en Nochebuena. Tu silla jamás estará vacía. Por llamarnos a ver contigo el Rosco de "Pasapalabra" que tanto te gustaba y que verás con nosotros cuando quieras. Gracias por tantos recreos en los que nunca nos faltaban tus galletas y tus huevines de chocolate. Gracias, Abuelo, por hacernos tus Reyes cuando estábamos contigo. Te quedas con nosotros incluso cuando la eternidad se nos acabe. Quien te conoció, te quiso y te amó porque eras un corazón que destilaba luz por donde pasaba y donde hubo una huella tuya, quedó un astro inagotable. Con todo el amor de tus nietos Alba, Adán, Alberto y Simón.