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León

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Mi nombre es Cesar de Leyva, y soy licenciado en Ciencias Matemáticas en la especialidad de Análisis Matemático por la Universidad de Valladolid desde el año 1999. Este año, como otros años atrás, me he presentado a las oposiciones convocadas por la Junta de Castilla y León, para acceder a una de las 160 plazas ofertadas para Profesores de Educación Secundaría en la especialidad de Matemáticas. La primera parte de las pruebas para acceder a dichas plazas consistía en un examen de problemas. A mi juicio, la dificultad de dichos problemas era excesiva. Dado que soy matemático creo que estoy capacitado para emitir este tipo de juicios, y ser tenido en cuenta. La dificultad de dicho examen también lo corrobora el alto número de suspensos en dicha prueba, y el hecho de que sólo 4 o 5 opositores de unos 800 presentados hayan obtenido más de un 5 sobre 10 en dicha prueba. Aún así, según publica el Diario de León, el consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, aseguró que los problemas que formaron parte de estas pruebas, refiriéndose a Matemáticas, Física y Química, fueron tomados, “fundamentalmente” de manuales de primero y, “de forma excepcional”, de segundo de los grados de las materias respectivas, “lo que no es pedir mucho a nuestros opositores”. Ante estas declaraciones, me he acercado a la Facultad de Ciencias de Valladolid, dado que yo provengo de otro plan de estudios distinto que el actual Grado de Matemáticas, para interesarme por la relación de estos problemas y los primeros cursos del grado. Allí he podido hablar con algunos profesores de universidad y que opinan que el tipo de problemas propuesto no parece el adecuado para valorar los conocimientos de matemáticas que deberían tener profesores de Enseñanza Secundaria, particularmente de Bachillerato, y no por su dificultad, sino por su escasa relación con los conocimientos de Matemáticas que se imparten en los primeros cursos de Universidad en las carreras de Ciencias. Varios miembros de los tribunales encargados de la corrección de estos problemas, han comentado la excesiva dificultad de los mismos. Incluso uno de ellos ha dejado dicha reflexión por escrito en una CARTA ABIERTA. Creo que todos estaríamos de acuerdo en que un comité de expertos en Matemáticas, que podría estar compuesto por profesores titulares de secundaria y profesores de universidad del Grado de Matemáticas, elaboraran un informe sobre dicha prueba, que dicho informe fuese publicado y que los miembros de dicho comité no fuesen anónimos, para dar una mayor transparencia al proceso. Otro comentario que me llama la atención, según vuelve a publicar el Diario de León es: “El titular de la consejería de educación Fernando Rey, señaló: las pruebas las pone un tribunal formado por profesores y lo hace de forma totalmente independiente, de manera que no hay modo, desde fuera, de influir o determinar nada”. Según la ORDEN EDU/246/2018, de 2 de marzo, firmada por Fernando Rey, en el punto 7.3 “La Consejería de Educación designará directamente, por cada especialidad, a los presidentes titulares de los tribunales, así como a los presidentes suplentes de los cinco primeros tribunales de cada especialidad” En su punto 7.4: “7.4. Composición de las comisiones de selección. Se constituirán comisiones de selección para cada especialidad convocada en la que existan dos o más tribunales. Estas comisiones estarán formadas por los presidentes de los primeros tribunales de la especialidad en número no inferior a cinco y si el número de presidentes fuera menor a dicha cifra, por vocales de dichos tribunales hasta completarla. Actuará como presidente de esta comisión, en todo caso, el presidente del tribunal número uno y como secretario el funcionario con menor antigüedad en el cuerpo de entre los miembros que forman parte de la comisión, salvo que la comisión acuerde determinarlo de otra manera.” Y en el punto 7.9.1: 7.9.1. Funciones de las comisiones de selección: “d) La elaboración de la parte práctica de la primera prueba de todas las especialidades, la determinación de su duración y, en su caso, del material a aportar por los aspirantes no especificado en el Anexo XI, así como de las condiciones y requisitos para su utilización” Luego de todo lo anterior, se deduce que los Presidentes de los cinco primeros tribunales han elaborado el examen de problemas, y que han sido designados por la Consejería de Educación. Para ser más concretos, dichos presidentes son: Tribunal nº1: LAFUENTE POZA, SEVERINO Tribunal nº2: PONTON OCA, ANA M. Tribunal nº3: LOPEZ VALCARCEL, CARLOS MARIA Tribunal nº4: GORDILLO ALONSO, ALFREDO Tribunal nº5: GONZALEZ MARTIN, EMILIANO CARLO También creo que sería recomendable que los responsables de la elaboración del examen, presentaran un informe explicando la elección de los problemas propuestos. Para terminar con las reflexiones sobre la prueba práctica, voy a incluir dos notas sobre la orden que convocaba las oposiciones, ambas en su ponto 12.2: “Esta primera prueba tendrá por objeto la demostración de conocimientos específicos de la especialidad a la que opta, necesarios para impartir la docencia” “Primera parte: En todas las especialidades se incluirá una prueba práctica cuyas características y contenidos se ajustarán a lo dispuesto en el Anexo XI y permitirán comprobar que los aspirantes poseen la formación científica y el dominio de las técnicas de trabajo precisas para impartir las áreas propias de la especialidad a la que opten.” Dado que en el caso de Matemáticas sólo 60 personas (57 + 3 después de las reclamaciones) han pasado esta primera parte, debemos entender que el resto no poseemos los conocimientos específicos de nuestra especialidad. Pero aún así, en septiembre estaremos al frente de los cursos que nos adjudiquen. Por hacer un símil, es como si un médico se presenta a un examen para ver si está capacitado para llevar a cabo una determinada operación, no pasa la prueba, pero acto seguido le dicen que no haga planes para el día siguiente que tiene que realizar dicha operación, que el médico titular no puede… También me gustaría reparar en otros dos comentarios del Consejero, según se publica en el Diario de León: “Rey argumentó que Castilla y León es una de las comunidades más solventes y serias en materia educativa, algo que pasa por tener un profesorado formado. Entrar a ocupar una plaza en propiedad en el sistema educativo de Castilla y León es un proceso riguroso y para el que hay que estudiar seriamente, sentenció” No podría estar más de acuerdo con la primera parte de la frase. Castilla y León es una potencia en cuanto a Educación, tanto Universitaria como a nivel de Secundaria. La segunda parte es la que me desconcierta. Dado que la mayoría de los que nos hemos presentado a las oposiciones hemos estudiado aquí, en Castilla y León, creo que se nos puede considerar bien formados. Por otro lado, el informe PISA avala el nivel de nuestros alumnos de secundaria. Teniendo en cuenta el alto porcentaje de interinos que estamos ejerciendo la docencia en nuestros centros públicos de educación secundaria, parece razonable que parte de este logro sea también nuestro, el de los interinos, que no tenemos plaza en propiedad. Pero lo que de verdad me desconcierta es la última parte: “hay que estudiar seriamente”. Me gustaría que el Consejero explicara esta frase, ya que parece dar a entender que el problema del alto número de suspensos es que los opositores no nos hemos tomado suficientemente en serio el estudio de las mismas. Desde luego, si esta ha sido su intención, creo que debería pedir disculpas, ya que yo, al igual que otros muchos compañeros nos hemos sentido insultados ante esta afirmación. Y en el caso que su intención fuera otra, agradeceríamos que explique lo que quería decir, para evitar malos entendidos. El segundo comentario al que hacía referencia es el siguiente: “Las plazas que no sean cubiertas en esta convocatoria se acumularán para la siguiente”. En este sentido creo poder afirmar sin lugar a equivocarme el Fernando Rey no ha entendido el problema. La solución no pasa por ofertar más plazas, sino en adjudicar las ofertadas. Si en esta convocatoria en lugar de 160 plazas de Matemáticas, hubieran ofertado 200, el número de aprobados sería el mismo, y lo único que hubiera aumentado sería el número de plazas vacantes. Quizás las posibles soluciones para estas especialidades que se han quedado con plazas desiertas pasen por tomar las mejores notas y que accedan a la segunda parte, o que se tome la nota más alta en las pruebas, se le adjudique un 10, y el resto de notas se rebaremen con una simple regla de tres. En cualquier caso, estaremos a la espera de la/las soluciones que presente la Consejería de Educación. Deseo a todos un feliz y merecido descanso antes de reanudar nuestra labor docente.