Cofradía trampolín
No resulta para mí plato de buen gusto ver cómo, para ilustrar la noticia del salto a la política como candidato de un hasta ahora mayordomo de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, se utilizan fotos donde aparece el tal candidato con los emblemas de la Hermandad, o acompañado de la efigie del Titular de la misma, o de alguno de sus más significados pasos procesionales. Y ello por el peligro de que el que lee la noticia o ve la imagen asocie, indebidamente, las dos facetas de la misma persona. ¿Quiere esto decir que habría que negar un legítimo salto a la política a quien ha detentado la máxima responsabilidad en una corporación religiosa? No lo creo así, pero la prudencia indica que para que no se produjeran confusiones ni mezcolanzas entre una actividad y otra, quizá el paso de haber presentado la renuncia en la cofradía debería haberse producido en el momento mismo en que esta persona aceptó la oferta de una determinada formación política de ser cabeza de lista de la misma al ayuntamiento de Ponferrada, y no esperar a que tal noticia se hiciera pública para, inmediatamente después, solicitar su renuncia al cargo que ostentaba. Porque, tal y como se ha producido la secuencia de los hechos, se puede dar pie a que los malintencionados piensen que el tal candidato ha utilizado su labor en la cofradía, con gran repercusión mediática, como plataforma para dar el salto posterior a lo que realmente ambicionaba. Si no ha sido así, mejor, pero que puede dar pábulo a esa interpretación resulta evidente, en tanto en cuanto la renuncia a la mayordomía ha sido posterior a su aceptación de salto a la política. Mal está contaminar la actividad religiosa con ambiciones políticas partidistas. Y peor está ilustrar ese salto de un candidato a la arena política con imágenes en que aparece Nuestro Señor Jesucristo camino del Calvario. Debemos protestar con toda firmeza por esa utilización torticera de la efigie del Nazareno, Él no era de partido político alguno. Y en la cofradía, quiero pensar, convivimos hermanos y hermanas de diversas sensibilidades y preferencias, no sólo de aquélla por la que ha optado el que ha sido nuestro mayordomo estos años. Claro que ¿qué se puede esperar de quien, desde su puesto de responsabilidad máxima en la cofradía, se ocupó más de la promoción del turismo —recuérdense aquellas imágenes bochornosas en Fitur, pugnando por promocionarse junto a mariachis o escolas de samba— que de las prácticas penitenciales? De aquellos polvos, estos lodos. Isaac Courel Valcarce Cofrade de Jesús Nazareno de Ponferrada.