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c Luis Alberto Rodríguez Arroyo escribe sobre los ‘Ejemplos de hipocresía socialista’: «Alberto Garzón se ha visto afectado por la hipocresía de la izquierda. Así tras criticar él mismo las puertas giratorias, pretendía utilizar una de ellas y fichar por la consultora de José Blanco. La maquinaria de lo políticamente correcto y la cancelación social se ha puesto en marcha y ha triturado en pocas horas sus lícitos deseos. Algo similar le ocurrió a Irene Montero y Pablo Iglesias cuando proclamaban lo bueno de ser de barrio y vivir humildemente en el mismo, al tiempo que tramitaban la compra de su chalet individual. Y algo muy parecido le sucede al PSOE en General y a Pedro Sánchez en particular. Ellos están habilitados para negociar con cualquier formación política —incluso con la que nunca condenó el asesinato de socialistas— pero el PP no puede hacerlo, a pesar de que González Pons detalló en su momento que hablarían con todos excepto con Bildu —ahí debe reconocerse un tanto a los conservadores para el que los progresistas no tienen sonrojo—. Es una estrategia inicialmente inteligente pero peligrosa. Pues el boomerang puede volverse fácilmente en contra y ser escasamente creíble. Y es que da risa escuchar al presidente del Gobierno llamar a cualquiera mentiroso, u observar como a la mínima aplican a su vida privada lo que niegan a los demás en la vida pública. Hipocresía extrema».

c Jesús Domínguez titula su carta ‘No se puede tapar el sol con un dedo’: «Hace unos días conocimos un informe de los servicios antiterroristas de la Policía Nacional que manifiesta el convencimiento de que ETA, de 1995 a 2005, intentó llevar a cabo una auténtica limpieza étnica en el País Vasco y en Navarra, forzando la salida de todos aquellos que se considerasen españoles y mostrasen su resistencia al proyecto soberanista vasco. Para la Policía Nacional no cabe duda alguna de que la banda terrorista lo intentó con el acoso violento y el asesinato de personas vinculadas a lo que ellos denominaban «círculos españolistas», entre los que se encontraban líderes políticos, empresarios, académicos o periodistas.

No se puede tapar el sol con un dedo. Esta es la realidad más cruda de ETA, de la que sus herederos políticos no han abjurado. Es una realidad triste y dolorosa que es preciso seguir poniendo de manifiesto, aunque no convenga al relato oficial que también desde el Gobierno se pretende construir».

c José Martínez Madrid defiende la ‘Cultura de los ‘espacios seguros’: «En las universidades estadounidenses se ha ido difundiendo una cultura que se denomina cultura de los ‘espacios seguros’. Se pretende evitar a los alumnos tener que enfrentarse a microagresiones verbales.

El objetivo, que podría ser legítimo, se ha convertido en una cultura de lo ‘políticamente correcto’ que resulta asfixiante. Llega un momento en el que cualquier tipo de afirmación religiosa, política, social, cultural o incluso científica, puede ser considerada una microagresión. Esto ha generado un clima donde estudiantes y profesores dejan de expresarse libremente para evitar represalias.

Llegados a este extremo no hay conversación posible. Estamos en una sociedad plural con experiencias muy diferentes. Esas experiencias merecen respeto con los límites marcados por la ley. Pero es una torpeza pensar que la solución para evitar conflictos es crear espacios artificialmente neutros. La diferencia se convierte en riqueza, y no en límite, cuando tiene capacidad de narrarse y de escuchar al otro».

¿Apoya que Pedro Sánchez siga adelante con la Ley de Amnistía con todos los conflictos que está suscitando?

SÍ 20%

NO 80%

Cree justificada la creación en León de una plataforma del campo alternativa

a las organizaciones tradicionales?