cartas al director
También es rural y agrario
Las protestas de las asociaciones agrarias europeas llevan días ocupando carreteras y calles desde Bulgaria hasta España. Se estima que las manifestaciones alcanzan a 25 de los 27 países de la Unión Europea y que representan a 10 millones de agricultores y a sus familias. La repercusión de esta movilización es evidente. Y de esto da cuenta la propia Comisión Europea que ya ha anunciado un plan para reducir las trabas administrativas que afectan al sector.
Hace cuatro años, los agricultores y ciudadanos de la Francia rural ya denunciaron públicamente el abandono, la fractura socio demográfica y el empobrecimiento de las familias dedicadas al sector primario de la economía. Sus reivindicaciones son viejas y van más allá de unos legítimos intereses particulares. El mundo rural europeo corre el riesgo de convertirse en un páramo. De ser así, la despoblación y el abandono del campo provocarán pobreza demográfica y cultural, escasez alimentaria y desertización, lo que aumentará el riesgo de incendios y reducirá la riqueza ecológica, especialmente hídrica.