cartas al director
Ligar
C onocer nuevas personas no siempre ha sido fácil para la mayoría. Durante la adolescencia, la timidez, sumada a la influencia del grupo de amigos(as), suele dificultar el acercamiento al chico o chica que nos atrae. Sin embargo, con el paso del tiempo y la experiencia, el desarrollo de relaciones sentimentales se vuelve más natural. En la era digital en la que vivimos, el contacto físico ha perdido protagonismo, y aunque las citas a través de redes especializadas han ganado popularidad, no siempre cumplen con las expectativas. La imagen proyectada en la red a menudo difiere de la realidad, generando desilusiones. Hoy en día, una nueva tendencia está tomando fuerza: ligar en el supermercado. Entre las 7 y 8 de la tarde, es común encontrar a solteros(as) haciendo la compra, lo que se ha convertido en una oportunidad para conocer gente de manera más auténtica. Esta modalidad evita las falsedades del mundo digital, y como dice el refrán, «una imagen vale más que mil palabras». Al fin y al cabo, el ser humano necesita conectar con otros para encontrar nuevas motivaciones y, con un poco de suerte, alcanzar la felicidad. Ligar nunca pasará de moda; es parte de nuestra naturaleza y de nuestro impulso por buscar la satisfacción emocional y personal.