cartas al director

Revisionismos

y revisionistas

C laudia Sheinbaum, presidenta electa de México, ha decidido desairar a Felipe VI en su futura toma de posesión. La razón es que al parecer el monarca desoyó la petición de López Obrador de revisar el pasado expansionista de España. Algo que ocurrió allá por 1519. Ha llovido, sí, pero en las políticas actuales a falta de medidas eficientes y eficaces de futuro, bienvenidas son las medidas revisionistas en aras de distinguir más que de aunar y progresar. También el ministro de Cultura Ernest Urtasun está empeñado en descolonizar nuestros museos. Al igual que la izquierda española lo estuvo en la Ley de Memoria Histórica y la derecha –también española— en la Ley de Concordia.

El pasado nos puede pesar y gustar más o menos, pero es el pasado. Y hay cosas que es mejor que no hubieran ocurrido, pero de ocurrir sólo cabe aprender de ellas. El revisionismo y los revisionistas no poseen en su ánimo reparar nada. Más bien al contrario, pretenden acercarse al futuro reescribiendo lo que realmente sucedió. Y eso es adulterar la Historia, sesgar el presente y fundamentalmente capar las escasas posibilidades de futuro. A ello están y a ello les permitimos que estén.