Pedro Sánchez no se embarra

El presidente del Gobierno no sólo huye de la «máquina del fango político» –denominación que emplea para dirigirse a PP y Vox-, sino que además lo hace del que aún queda por toneladas en las calles de los pueblos valencianos afectados por la dana. La foto de sus zapatillas impolutas -junto a las embarradas de los Reyes y Mazón tras la accidentada visita a Paiporta- así hace creerlo. Pedro Sánchez tenía poca intención de mojarse –no lo hace salvo que sea en beneficio de las desorbitadas peticiones de sus socios- y en cuanto escuchó los primeros gritos se dio la vuelta. Días antes había manifestado que «Si quieren ayuda, que la pidan». Y justo cuando se la estaban pidiendo, decide caminar en dirección contraria. Ahora es momento de poner en marcha otras máquinas, las que despejan las calles. Pero La Moncloa ya se ha apresurado a airear que la Casa Real se equivocó. «Si quieres no vengo y me quedo en Madrid», le espetó Felipe VI a un vecino. Bien a gusto se habría quedado Sánchez, evitando reflejar su ajado rostro y el del Estado en los charcos que no pisó.