PIRATA
Fue el pasado 14 de Febrero, día de San Valentín, en una tarde soleada y ciertamente especial que el Día de los Enamorados me tenía reservada. Nada hacía presagiar que faltaban instantes para que uno de mis más profundos sueños en 34 años de vida estaba a punto de ocurrir. En un parking de la ciudad, mi novia Rocío aguardaba la llegada de alguien, mientras yo, totalmente confuso, pensaba en qué tipo de sorpresa podía ser… Tras unos minutos de espera, apareció una pareja con un `transportín´, y en él estaba `Pirata´, una preciosa gatita de poco más de un año de vida, que miagaba entre el susto del viaje y la sorpresa del instante. Hasta aquí esta historia no pasaría de algo más que de un precioso regalo de mi querida Rocío, pero el detalle no acababa ahí. `Pirata´ era la gatita de Iker Pérez Lana, el niño que hace unos días conmocionó a todo León debido a su prematura muerte por meningitis. La pareja que nos entregó la gatita nos contó que el niño estaba muy unido al animal, y que los padres prefirieron separarse de ella porque en unos instantes de tanto dolor, la visión de la gata les traía de forma irremediable el recuerdo de su hijo. Yo estoy intentando asumir que a `Pirata´ o `Tita´ como la llamamos ya cariñosamente la tendremos a modo de adopción temporal hasta que los padres de Iker tal vez algún día reconsideren su postura y quieran readmitir a la gatita. Así no sufriré tanto si llega ese momento. Pero por encima de todo, quiero mandar desde aquí un afectuoso saludo a los padres de Iker, a quienes aún no conozco, y pese a lo doloroso de la situación, quiero decirles que la vida sigue, que todos estamos con ellos, y que cuidaremos de `Pirata´ lo mejor posible por si algún día tenemos que entregársela para que esté en las mejores condiciones posibles. Gracias a Camino y su pareja por la cordialidad en todo momento Ibán Castillo Patallo y Rocío Rabanal Celada