Barrera sónica
La Granja y la Candamia, dos parques que ennoblecen, embellecen y oxigenan León, están empobrecidos por la contaminación acústica que padecen. Fue un error no proteger los parques de la circunvalación con una barrera sónica verde el día que se construyeron, pero creo que estamos a tiempo, ya que en estos momentos que se apuesta por la construcción e la obra pública, sería un acierto el crearla. De paso, para seguir reivindicando necesidades de estos espacios públicos libres, la realización de unos aseos públicos para la Candamia estaría muy acertada, pero eso si, en funcionamiento, no como los aseos de la Granja que permanecen cerrados para los numerosos paseantes. Bien es cierto que pueden deteriorarse, pero como cualquier cosa en uso. Para favorecer su buen estado se podría contratar personal para su cuidado y crearíamos puestos de trabajo aliviando de esa manera la lista del paro que tanta falta hace… Creo que estos parques se merecen un arrope, pues son lugares que sin el horror del ruido de coches disfrutaríamos más del ulular de pájaros, silbidos del viento, cantos de lluvia… y para los momentos de crisis económica que soportamos, bien está poder gozar de buenos paseos.