NO ME FIO DE LOPEZ
Yo no me fío del recién electo presidente de las Provincias Vascongadas. No me puedo fiar de él por varios motivos. Uno, las constantes entrevistas con la banda terrorista que asola todo lo que se propone, ya que para salir en público las reuniones que han tenido, antes han debido tener unos contactos, ora telefónicos, ora de otra índole, en secreto, porque no creo que de la noche a la mañana digan: tal día nos entrevistamos y hablamos, y estoy por asegurar que seguirán las entrevistas con ellos, ya que anticipó que si hay ocasión para la paz, no la va a desperdiciar. Y eso sabemos lo que significa. No. Ni hablar. Otro de los motivos de mi no fiamiento hacia este personaje, es que, de entrada, retiró el crucifijo y la Biblia en su juramento. Signo inequívoco que aunque se autodenomine laico, yo pienso que es ateo y enemigo de los católicos, con lo cual no creo que mueva un dedo para ayudar a esta religión cuando sea menester, ni que ponga la carne en el asador para su defensión, si es que hay que llegar a ello, de su anticatolicismo. En su juramento, que no fue tal, prometió, no juró. Es curioso, todos estos ateos, agnósticos y demás, deben estar seguros que si juran, al no cumplir lo que juran, creen que abjuran, y eso les debe traer por la calle de la amargura, y le tienen pánico, por eso nunca usan esa palabra. Prometió el cargo sobre un libro del estatuto vasco, gran aviso a su jefe de filas, ya que le indica, en mensaje sublimado, que ese estatuto se ha de conceder por narices, y lo que me temo es que en el Congreso se lo autorizarán. Y aunque se deba a su pueblo vasco, ha de seguir las directrices que le indiquen, en ciertos temas, desde Madrid, lo cual hubiera sido muy loable para él, que, en su prometeo dijera: ...humillado ante la cúpula del PSOE..., ya que si va por libre, el de aviesa mirada, sempiternamente de párpados semi cerrados, y con lengua viperina y con el peso específico que tiene dentro de ese partido político, si no cumple con las directrices que le indiquen, con una de sus miradas le fulmina ipso facto y, de nuevo, elecciones en Vascongadas. Y no me creo, tampoco, la amistad que parece que le brinda al Partido Popular, aunque con esa cara que pone de buena persona, se crea que se le cree. Yo, no. Nada. Ni por asomo. Y veremos, pasando los meses, cómo le hará la pirula al PP, ya que este partido, y su representante en las Provincias Vascongadas, parece que van con un lirio en la mano. Y, por último, creo, yo lo creo, que es nacionalista-socialista, puesto que es vasco de nacimiento, y cuando nació que me imagino sería en la década de los 50, no lo se, es decir en esa juventud que se deja arrastrar por los mayores, estaba en auge el nacionalismo, que fue con lo que se hizo mayor. Creo que ha anunciado que el último pleno de la legislatura será en la lenga vasca, y, que lo está aprendiendo ahora, creo. Se amamantó con los discursos de Arzallus, Setién y las enseñanzas de Arana, y eso lo lleva dentro, muy adentro, pero abrazó, por alguna razón lógica para él, la bandera roja, y eso no se lo quita de encima ni antes, cuando no era nada, ni ahora que es el presidente de la Comunidad de las Provincias Vascongadas. También ha comunicado que no quitará a Navarra del mapa de las Provincias Vascongadas. Y pregunto: ¿me puedo fiar, como español que soy y siento, hasta la médula, de este presidente de Vascongadas?