Diario de León
Publicado por
ESTELA PRIETO DELGADO
León

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Aunque parezca irrisorio escuchar decir a una persona que por asistir a una consulta de traumatología acabó en la comisaría, eso es exactamente lo que me sucedió en la mañana del pasado viernes 19 de junio. Y es que se escucha mucho últimamente hablar de las agresiones al personal medico de los distintos centros de salud y hospitales españoles por parte de pacientes indignados, pero ¿habían escuchado alguna vez hablar de una agresión a un paciente por parte de una empleada de un centro de salud?, en este caso el de la Condesa. Pues eso fue lo que me sucedió por el simple hecho de ejercer el derecho que todo usuario de la sanidad publica tiene a poner una reclamación en una unidad del Servicio de Atención al Paciente. Insólito, vejatorio y gravísimo atentado contra la dignidad de una persona. Y es que parece según mi experiencia que este servicio de atención al paciente esta mas para crear conflictos que para resolverlos porque poco le costo a la señora que se encontraba al frente del mismo "actuar de corre ve y dile" como si de un patio de vecinas traviesas se tratara, con las 3 personas que se encontraban en la citada consulta traumatológica y contra las que yo interponía la reclamación por la que considere una falta total de respeto ,ya que mientras yo intentaba explicar mi problema de salud, ellos parecían mas interesados en su conversación paralela sobre distintos temas que les aseguro nada tenían que ver con aspectos sanitarios. De aquí en adelante el suceso fue de lo mas surrealista ya que una de estas tres personas apareció de la nada y entre empujones, zarandeos e insultos contra mi se desarrollo todo ante la impasible mirada de la vigilante jurado del centro. Siempre he considerado gravísimo cualquier tipo de violencia tanto física como verbal pero viniendo de parte de un empleado público ataviado con bata blanca y en su centro de trabajo la situación me parece de lo mas intolerable. Lo mejor de todo es que su corporativismo les permite dejar impunes situaciones de este calado ya que fue la Policía Nacional la que tuvo que intervenir para identificar a esta persona porque al parecer en ese centro médico nadie conoce a nadie. En esta ocasión me toco a mi, una persona con una cierta educación y formación que de una u otra forma trata de defenderse y de encontrar los medios para ello, pero no puedo dejar de pensar que ocurriría si esto le hubiera sucedido a mi abuela, una persona mayor y con pocos recursos para la autodefensa. ¿Cuántas veces gente como ella se habrá ido de vuelta a su casa habiendo pasado un mal día porque se han sentido mal atendidos y nadie les ha prestado su ayuda?. ¿Es esta la clase de empleados públicos a los que pagamos su sueldo con nuestros impuestos? Ojalá todos fuéramos mas solidarios y ejerciéramos nuestro derecho a la reclamación para que un episodio semejante no vuelva a sucederle a nadie.

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