Diario de León
Publicado por
Ricardo Fernandez
León

Creado:

Actualizado:

Hace unos años comenzábamos esperanzados a ver como el número de osos crecía paulatinamente, era el fruto de un largo trabajo en el que se cambió la mentalidad de mucha gente, hacia una especie considerada como alimaña hasta no hace tantos años. Se trabajó en sus ecosistemas, facilitando su forma de obtener alimentos, eliminando o reduciendo sustancialmente los peligros de le acechaban y los que podía causar y tratando de crear pasos en los lugares que necesitaba recorrer, para que así solventara atravesar un territorio repleto de barreras orográficas. Sabíamos que el problema que amenazaría al oso era la consanguinidad, al quedar aisladas sus poblaciones y la posibilidad de endogamia aumentara con lo cual se encaminase a un deterioro genético. En el año 2003 se detectó un ejemplar de oso que procedente de la zona oriental de la cordillera llegó en su campeo hasta escasos quince kilómetros de León capital, regresando poco a poco al lugar del que había venido, dejando numerosos vestigios de su paso a través de pueblos como Pardavé de Torío, Correcillas, Lugueros etc. Desde entonces a ahora detectamos como ejemplares procedentes de la zona opuesta de la cordillera, frecuentan la zona de la montaña central, correspondiente a los municipios de Pola de Gordón, Barrios de Luna, Carrocera, etc. Con lo cual los osos llegan a puntos en los que pueden confluir con ejemplares procedentes del núcleo osero opuesto, al igual que llegó el ejemplar de 2003. Esto no es un hecho aislado, este año nos hemos alegrado enormemente al conocer que han nacido ejemplares en los cuales ha habido un intercambio genético entre la población oriental y la occidental, con lo cual los individuos entre los que ha habido comunicación pueden ser más de los que pensamos, este hecho es uno de los logros más importantes conseguidos en pro de la conservación de este plantígrado singular, en una tarea en la que se han estado invirtiendo millones de euros de diferentes instituciones. Debería ser que todas las instituciones que intervienen en su conservación llevasen una línea en común y no como se está conociendo que la Junta de Castilla y León está aprobando parques eólicos en estas zonas de expansión osera, en las que por otra parte están invirtiendo recursos en su conservación. El parque eólico proyectado y autorizado en Cuevas de Viñayo y Barrios de Gordón se encuentra en un enclave fundamental de comunicación entre las poblaciones oseras y ese entorno debe ser preservado de inmediato, no podemos pretender abrir a golpe de dinamita carreteras asfaltadas que ascienden a lo alto de esas montañas calizas, instalar enormes infrastructuras sin suponer que eso no afecte de forma negativa a uno de los mayores logros conseguidos a favor del oso pardo, eso sin que además no nos importe su influencia en un sensible ecosistema de montaña. El proyecto de esos parques eólicos, que serían uno solo de proporciones enormes, deben ser detenidos antes de que causen ningún daño irreparable, las fundaciones que gestionan fondos para el oso pardo deben pronunciarse ya en contra de una amenaza que se acerca de forma silenciosa, no es cuestión de renunciar a la energía eólica, es razonar por que en un ecosistema de montaña no puede llevarse a cabo. Las instituciones provinciales, regionales, nacionales y europeas deben ir de la mano y no hacer cada una lo que considere en base a no se bien que criterios, en la cordillera cantábrica solo hay aerogeneradores en Castilla y León, no en Cantabria ni en Asturias, eso no es que seamos más listos, sólo es que somos más ignorantes. Debemos pensar y posicionarnos ya en contra de un genocidio ambiental inminente. Fdo RICARDO FERNÁNDEZ - BIÓLOGO.

tracking