BROTES VERDES EDUCATIVOS
Brotes verdes educativos. En esta sociedad, basada íntegramente en el dinero y donde absolutamente todo gira alrededor de la economía mundial, todos estamos a la espera de la aparición de los brotes verdes de marras. Parece ser que ya hay unas cuantas naciones como Alemania, Francia, Estados Unidos y Japón donde se van vislumbrando síntomas de que se ha tocado fondo y empiezan lentamente a remontar. Esto no es fruto de la casualidad, si no todo lo contrario, estas naciones han cogido el toro por los cuernos y han adoptado medidas que ayuden a salir de este gran bache mundial. Aunque, como siempre, ya ha aparecido el Sr. Alan Greenspan, expresidente de la Reserva Federal estadounidense, que por cierto es más feo que Pifio, cenizo donde los haya y que cada vez que habla sube el pan y baja la bolsa mundial pues bien, este triste señor ha dicho que no hay que lanzar las campanas al vuelo y que estos síntomas son pasajeros, ya que en el 2010, se volverá a otra pequeña recesión antes de que venga la verdadera remontada. Es decir, ya nos ha echado el jarro de agua fría por si alguien se creía otra cosa. Aquí en España como todo es diferente, las grandes medidas para solucionar la crisis son las limosnas de los 420 euros a los parados para cerrarles las bocas durante cuatro o cinco meses y para seguir manteniéndonos en la poltrona y las subidas de impuestos a los mismos de siempre –o sea, a los pocos currantes que vamos quedando- para poder seguir pagando más limosnas a los pensionistas y a los que vayan engrosando las cifras del desempleo. Esta es la política anticrisis de nuestro gobierno y esta es la Europa prometida, la del euro y la de la pobreza, porque la gente está más tiesa que una mojama. Este verano, he ido varios días a la playa y gran parte de los paisanos han vuelto a la nevera, la tortilla y los filetes "empanaos", síntoma inequívoco de que la cosa está cortita con sifón. Estas medidas de parcheo, todo el mundo sabe que en ningún modo van a ayudar a este maltratado país a salir de ninguna crisis. Pues bien, visto que los económicos parece ser que no tienen solución, por lo menos a corto plazo yo sigo a la espera de vislumbrar la aparición de otros brotes verdes, los educativos. Para mí, el árbol de la educación está mucho más tieso que el de la economía. Este arbolito lleva seco más de un siglo, porque en el régimen anterior, más que educación había canguelo. Temor a la represalia, a la censura, a las autoridades y a los palos que administraban éstas a las primeras de cambio. Y de pronto, -atención- hemos pasado del pánico a la poca vergüenza en un abrir y cerrar de ojos. La educación sigue siendo la asignatura pendiente de este "pobre" país. Educación propiamente dicha no la he conocido en España en todos los años que tengo me refiero a respetar a la persona por el hecho de serlo, no porque sea más fuerte a considerar a los mayores con admiración por la rica experiencia que nos pueden aportar a no molestar con músicas estridentes en los coches por las calles, ni en las viviendas a hablar en un tono más bajo en los locales públicos a no escupir, ni tirar de todo en la calle y en los bares a recoger la caca del perro y no dejarla en la calle en fin, saber que mi libertad termina exactamente donde empieza la del vecino. Ojalá se dieran los medios y las circunstancias para que este país, al que amo profundamente a pesar de todo, empezara a despertar de la "modorra troglodita" en la que está inmerso y brotara verdadera educación por todas partes. Cuando empiecen a aparecer estos brotes verdes y nos respetemos todos como personas, seremos respetados por el resto del mundo. Joaquín Tomás Fortunati Cendrero