Gerencia en el hospital de León

Señor, Leyendo su carta de contestación registro de salida 004344 de 3 de agosto de 2009 me reafirmo en la creencia de que su pasividad e inoperancia no sólo se refieren a los altos deberes de su cargo, si no también a los más mínimos. Podía usted haberse ahorrado el papel, el franqueo y el tiempo utilizado para hacerme llegar un escrito de contestación que supongo, por lo burdo, sea una plantilla en la que únicamente modifican los datos del usuario, y en el que en realidad viene a decir: naranjas traigo. Si usted se cree que con esa sarta de tópicos, a lo que llama contestación, ha hecho la buena obra del día, se equivoca. Y me ofende que me crea usted estúpido y que me trate con displicencia. De lo explicitado en mi escrito usted se queda en el color de la fachada sin osar, siquiera, entrar en el detalle. No sé si usted ha entendido, en mi escrito se lo decía, que creo, y cada vez estoy más seguro, que estos "trastornos" es decir ubicar a cuatro personas en una habitación de 20 metros cuadrados y con un baño sin ducha a los que usted, eufemística y cínicamente hace referencia en su escrito, y que sufrimos los pacientes, no son coyunturales, no hay casualidad y sí causalidad, palabras que aunque suenen parecidas no lo son, puesto que todo fluctúa en torno a una idea preconcebida: la de precarizar, desprestigiar y embotar la sanidad pública con el objetivo final de privatizarla con la menor respuesta popular posible. También, al ser el gerente la máxima instancia del complejo, le culpo directamente a usted de ese deterioro, le vuelvo a decir que intencionado. Y le recuerdo que las únicas palabras por mi escritas en las que mencionaba a los trabajadores, en concreto a los de la planta 2 del área de La Virgen Blanca, era para felicitarles por su profesionalidad, no hallando el nexo de unión posible entre ellos y usted, a no ser que, al cobijo del impecable e ingente trabajo que ellos realizan, se quiera usted beneficiar. Esta reclamación nada tiene que ver con los trabajadores y sí con los gestores. En román paladino le diré que lo que espero de usted, desde el cargo que ostenta, no es una disculpa, es una defensa firme, alta y consistente de algo que siento como mío: La Sanidad Pública. Por si usted no sabe a qué me refiero se lo diré: reclame usted más medios humanos, materiales y estructurales, así evitará parte de los "trastornos" que los pacientes padecemos. Mientras usted no lo haga le seguiré recordando que entre todos le pagamos para hacer algo que no hace.