NADIE ME HACE CASO.
Hola, soy el semáforo que hay cerca de Carrefour, al comienzo de la subida del Portillo, nada más dejar la calle Fernández Ladreda. Me considero invisible y bastante inútil, pues casi nadie sabe que existo, o eso parece. Hoy mismo, lunes, 16 de noviembre, pude comprobar que con el muñequito en verde reluciente y mi parpadenate color ámbar para los coches, un caminante ha tenido que esperar a que 17 coches, sí, 17, pasasen sin respetar mis señales. El osado caminante, en un acto de irrsponsabilidad, intentó adelantarse un poco para ser visto mejor por los conductores, pero tuvo que retroceder a todo gas. Como semáforo bueno y cumplidor, solicito apoyo psicológico por parte de la policía local, nacional, de tráfico, o de quien sea, para sentirme útil, y de paso salvar algunas vidas. POR FAVOR, AYUDADME.