Tampoco hay adopciones

El desplome de la natalidad en las provincias alejadas de los centros de desarrollo es clamorosa. León, como otros muchos territorios con situaciones similares, padece un envejecimiento que agrava todas las estadísticas de año en año. También en el caso de las adopciones las cosas han llegado a unos niveles que nada tienen que ver con los que se marcaban hace unos pocos años. A nivel nacional se registra un retroceso producto de la tendencia a tener cada vez menos cargas familiares, un fenómeno al que los expertos buscan orígenes tanto en las limitaciones económicas de las familias como en la creciente tendencia a evitar los compromisos a largo plazo. Lo cierto es que, al final, esta caída de las adopciones, de manera drástica en el caso de las internacionales, tiene efectos directos también en esa pirámide poblacional que se deteriora de una manera que parece inapelable.