Los malos humos de Ponferrada
La capital del Bierzo fue durante décadas una ciudad sucia. La contaminación derivada del carbón y de la intensa vida en sus calles generaba un ambiente nada saludable. Pero la terrible paralización económica, a la que se suma el éxodo y el envejecimiento poblacional, provocan un cambio radical de la situación. Los registros así lo avalan. Hoy no parece que sea una prioridad el tener que luchar contra los malos humos. Pero lamentablemente el asunto se ha convertido en protagonista en la actividad municipal. Una especie de pacto pinza de PSOE y Vox, intentando torpedear y doblegar según sus deseos al equipo de gobierno, genera un problema de primer orden a cuenta de la Zona de Bajas Emisiones. Ambos partidos empujan a Ponferrada a tener que devolver 2,4 millones de euros a Europa, a someterse a dictados de otras administraciones o a implantar un régimen de multas lesivo para los que tienen menos recursos para renovar su coche.