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El ministro de Transportes, Óscar Puente, viajó ayer a La Coruña con la cartera repleta de promesas de inversión para la comunidad gallega. Todo un alarde de buenas intenciones para exhibir la intención de que el Corredor Atlántico se haga realidad en esta autonomía vecina. Siendo objetivos parece razonable celebrar muchas de las obras programadas puesto que en un mundo global, sin duda llegarán los beneficios para la provincia de León. Pero también quedan las dudas sobre cuáles son las intenciones para la sustitución del decimonónico trazado ferroviario que da acceso por el Manzanal hacia Galicia. Y en especial hasta qué punto hay disposición en el Gobierno central de atender la demanda de una Ruta de la Plata que resulta fundamental para sacar del olvido algunos de los territorios más castigados de la Península. Tras el desembarco de la cúpula de Transportes en La Coruña toca aguardar un gesto similar con León.