Insolidaridad sucia contra Villaquilambre

León, como muchas otras ciudades, sufre una especie de ‘cinturón’ negro de focos de basura y escombros. El problema es conocido y tiene difícil solución. En el fondo es la imagen clara de una insolidaridad de los propios vecinos, y en ocasiones de autónomos y empresas, que optan por la vía fácil para deshacerse de residuos de todo tipo. Villaquilambre, por su extensión y proximidad a la capital, tiene un grave problema derivado de ese incivismo. Los datos son abrumadores. Sólo el año pasado ya limpió casi un centenar de hectáreas. Un coste enorme para las arcas de un municipio que considera que realiza un esfuerzo más allá de sus posibilidades. Su queja debería ser atendida. Es complicado poner ‘puertas al campo’ pero sí existe la posibilidad de incrementar la vigilancia, fomentar las investigaciones cuando se detectan focos y agilizar en todo lo posible las sanciones, para impulsar su efecto disuasorio.