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Las recientes movilizaciones de la agricultura y la ganadería pusieron especial énfasis en la preponderancia que se otorgaba en las normativas europeas a los objetivos medioambientales, perjudicando asuntos clave como pueden las ayudas de la PAC. Las autoridades comunitarias atendieron estas demandas al igual que el Gobierno español, que ayer mismo se felicitó por los avances alcanzados en 43 de las medidas comprometidas con el sector del campo para intentar solventar los problemas que le acechan. Ahora se avecina otro problema grave, que en el caso de León tendrá efectos directos sobre uno de sus pilares de la nueva ganadería. El sector porcino registra un crecimiento sin precedentes pero marcado por un serio problema. En marzo de 2025 entrarán en vigor unas duras medidas restrictivas marcadas por las normas de bienestar social. Parece que hay tiempo para buscar el equilibrio que menos perjudique.