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La sentencia, con todas las partes de acuerdo, sobre el caso de la pequeña que se quedó embarazada tres veces ha forzado al Tribunal Superior de Justicia a aclarar las cosas ante el ruido generado. El oportunismo político se estaba intentando aprovechar de la desinformación sobre un asunto, que como suele ocurrir en los casos en los que interviene la Justicia, tiene detrás unas razones detalladas con un análisis a cada fleco. El fallo de la Audiencia Provincia de León se basa, como no puede ser de otra manera, en las peticiones de las partes y, en concreto, de la fiscalía. Se tuvo en cuenta la proximidad de madurez entre agresor y víctima, una previsión de la ley que nadie se ha inventado para este juicio. Y el TSJ pone en claro que en ningún caso se falló por criterios étnicos. Por desgracia, una vez más se ha intentado manipular a la ciudadanía usando una causa judicial. Aquí lo grave es que fue el Gobierno a través de su Ministerio de Igualdad.

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