El conflicto con la caza ya es sanitario

El problema de la proliferación de determinadas especies de fauna silvestre es conocido desde hace tiempo. Las alertas de los afectados —por los daños en la agricultura—, de instituciones públicas como Tráfico —por la siniestralidad— o de los servicios de sanidad animal —por los contagios de enfermedades— son sobradamente conocidas. Por eso, no puede sorprender que la Consejería de Medio Ambiente haya tomado cartas en el asunto decretando una emergencia cinegética por sobrepoblación de jabalíes, corzos y gamos. Se alude de manera fundamental al conflicto que genera la tuberculosis. Cada año las instituciones públicas se gastan cantidades muy elevadas de dinero para las campañas de saneamiento, y en ocasiones ni siquiera sirven para alcanzar el ‘cero’ casos deseado. Por ello, las medidas deben respaldarse porque los cambios en el medio rural, debidos a la despoblación, requieren respuestas.