Regar no supone tanto derroche
La polémica sobre la agricultura y la ganadería suscitada este año, y que llevó los tractores a las calles de las ciudades de toda Europa, sirvió entre otras cosas para poner en evidencia que el campo se ve castigado por unas ‘condenas’ en forma de falsos mitos. Uno de ellos pasa por la acusación de que es el gran despilfarrador del agua, un bien cada vez más importante y limitado. La realidad evidencia que de año en año se mejora en la gestión. Son los propios regantes los que suelen destacar que nadie está concienciado sobre la importancia del agua más que ellos, cuya forma de vida depende literalmente de su mejor aprovechamiento. El balance de 2023 les avala. Usaron en la Cuenca del Duero un 22% menos del volumen que tenían asignado para el consumo en el Plan Hidrológico Nacional.