La autonomía de León merece respuestas limpias y rápidas
La moción aprobada en la Diputación de León para reivindicar la autonomía de la Región Leonesa se hinfla y se deshinfla por momentos. El revuelo se mueve entre el esperpento y el realismo mágico. Ayer, desde primera hora del día, tanto el ministro de Política Territorial como el de Transportes entraron de lleno a evaluar las pretensiones de León con esta nueva moción. Hay un mensaje claro: ninguno de los dos tiene nada que perder, por lo que los dos lanzaron mensajes casi hasta esperanzadores para León si no se conociera la realidad del PSOE en sus diferentes variantes: local, autonómica y nacional.
Los ministros de Pedro Sánchez ven «legítima» la soberanía que pide León, una comunidad de nueva creación —la autonomía 18— junto a Zamora y Salamanca. Es un zasca en toda regla al líder autonómico del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, que sin complejos atribuyó la decisión de su propio partido en León a una «deriva localista». El hecho es que Tudanca quedaba ayer desautorizado por el Gobierno central, que, por otro lado, no tiene nada que perder en regalar el oído con lo que sea puesto que la decisión final de reclamar el inicio de los trámites burocráticos para la autonomía de León correspondería a las Cortes. Y los ministros no han tirado de hemeroteca. Pero este periódico sí. Y su presidente y secretario general del partido, Pedro Sánchez, ya advirtió en 2018 en una entrevista con este periódico que nunca respaldaría la secesión de León. Por lo tanto, los ministros o juegan a marear la perdiz con un asunto que saben que nunca va a prosperar, lo que denotaría una profunda falta de respeto por los leoneses, o ni siquiera conciben la idea de un gobierno con un mensaje común e inequívoco. La Junta era ayer clara a través de su portavoz, Carlos Fernández Carriedo: «Esto es solo un pago político» que no llegará a ningún lado.
Entretanto, el PP se enroca en el concepto del leonesismo útil que de poco sirve en medio de este huracán que se lleva ideas y reivindicaciones peregrinas.
El Gobierno da paso y la Junta lo cierra. Pero, ¿alguien ha preguntado a Zamora y Salamanca si se quieren segregar de Castilla? No. Esa es la manera de hacer las cosas cuando no se quiere hacer nada.