Prevenir para evitar que desaparezca el patrimonio
Los vecinos de Villaturiel asistieron ayer con desolación al desplome de la torre de su iglesia, de más de 200 años de antigüedad, en una ‘muerte’ anunciada debido al mal estado del inmueble. Las grietas aparecidas en la fachada fueron aviso suficiente para evitar daños personales, pero no dio tiempo a que se iniciarán las obras de restauración, cuyo comienzo estaba previsto para este mismo lunes. Ha pasado en Villaturiel, pero podría haber ocurrido en cualquier pueblo de esta provincia, donde sucesos como este dejan paisajes demoledores que evidencian el abandono del patrimonio rural. Es notorio que urge realizar un inventario del estado de este tipo de construcciones para prevenir en la medida de lo posible males irremediables.