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Los agricultores y ganaderos de la comarca del Curueño lanzan una llamada de atención ante la sequía que afecta a sus explotaciones, en un año en el que la bonanza del agua es especialmente propicia en la provincia. Denuncian que, mientras ven pasar los ríos por delante de sus tierras, la Confederación Hidrográfica del Duero les prohíbe regar, lo que está condenado a la sequía a sus terrenos. Y aumenta además el peligro de los incendios forestales, en plena sucesión de olas de calor.

Una situación que, según la organización agraria Asaja, afecta a otras cuencas, como la del Torío o el Duerna.

Una vez más la falta de flexibilidad a la hora de gestionar los recursos hídricos provoca problemas precisamente en las comarcas donde el agua es un recurso abundante, para garantizar el riego en otras zonas de cultivos más rentables. Este año este reparto no debería ser un problema.