Cerrar

El complicado puzzle de gasto de las familias leonesas

Creado:

Actualizado:

El dato de la inflación hecho público ayer muestra una contención en el encarecimiento de capítulos básicos para el presupuesto familiar, como son la alimentación y el coste energético. Un parche estadístico que en las cuentas reales de los leoneses no esconde que desde que la pandemia cambió el ritmo no sólo de la vida, sino de la economía general y familiar, y el aumento de los precios en todo aquello que deben o desean consumir las familias se ha disparado. Contener el crecimiento a día de hoy únicamente implica (y no es poco) que el empobrecimiento en la práctica de los hogares no avanzará al ritmo vertiginoso al que lo ha hecho en los últimos años.

Un análisis de la evolución del coste básico de la vida de los leoneses en apenas cinco años pone en evidencia la realidad a la que tienen que enfrentarse cada día. Los sueldos, desde luego, han crecido muy por debajo del 35% que han subido en este tiempo los alimentos (en general, si se cierra el foco los básicos cuestan hasta más del doble que en 2019). Por debajo del 22% de un encarecimiento de los servicios del hogar cuya media no recoge el desgaste de los muchos meses en los que la energía se disparó hasta hacer estallar las costuras de las cuentas de comunidades y domicilios.

El complejo puzzle del gasto familiar contempla también, desde que la pandemia trastocó las prioridades presupuestarias de los ciudadanos, la necesidad del ocio. De los viajes, las escapadas, el disfrute. Lo que ha venido a apuntalar al sector turístico como pilar de la economía nacional, también cada vez con mayor presencia, y no menos volatilidad, en la provincia. Aunque los negocios locales se lamentan continuamente del incremento de unos costes que dicen no trasladar a sus productos, la estadística oficial evidencia que el precio de los paquetes turísticos ha crecido desde 2019 un 44%, el de los alojamientos un 30% y el de la restauración un 24%. Algo que resulta evidente para quienes viajan y alternan.

En el fondo de toda esta ecuación de cuentas y cuentos subyace la realidad preocupante. Son las familias jóvenes con hijos pequeños, las que más ansía el futuro de esta provincia, quienes encuentran más dificultades para sobrevivir en esta jungla. No solo de economía básica. En la falta de oportunidades no únicamente laborales, sino de calidad de vida y posibilidad de ocio, se asienta buena parte de la salud mental de las generaciones presentes y futuras. Y se les está negando.