Justicia precaria, sociedad indefensa
Hablar de saturación en el sistema judicial es el pan de cada día cuando se aborda cualquier tipo de análisis sobre el sector. Se nos presenta como una ‘normalidad’ completamente anómala a la que el ciudadano asiste con resignación, cuando no con desesperación, al ver cómo asuntos vitales duermen el sueño de la injusticia más evidente mientras los responsables de poner coto a este desmadre demuestran su ineficacia y su ineptitud para resolver o frenar, al menos, una lacra social de dimensiones gigantescas. Los jueces leoneses volverán a sus juzgados con más de 35.000 asuntos pendientes, fruto de un incremento del volumen de trabajo acumulado en los últimos años que llega al 200 por cien. Los llamamientos de la judicatura para que se refuerce el sistema con más plazas no llegan a los oídos adecuados, que prefieren contemplar el deterioro de un sistema que deja completamente indefensa a la sociedad.