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Los sistemas de videovigilancia para prevenir los incendios forestales se extenderán por toda la Comunidad con un horizonte final fijado en 2026. Las primeras cámaras se instalaron en Castilla y León en Soria allá por 2006. Precisamente fueron los territorios con mayores riesgos y problemas reales con el fuego los que tuvieron prioridad, como Sanabria (Zamora) y El Bierzo. En ambos casos se han conseguido avances notables en los últimos años, con un retroceso más que evidente en el numero de incendios y en las hectáreas arrasadas cada verano. Lo positivo de estas cámaras es su efecto disuasorio y la capacidad que tienen de poner en claro lo ocurrido realmente para poder perseguir a los autores de unos siniestros que cada vez está más claro que son, en su mayoría, provocados.