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Sanidad e infraestructuras, nada menos, fueron dos de las cuestiones más sonadas este domingo en la celebración institucional en Ponferrada del Día del Bierzo. Dos asuntos de importancia trascendental y que se han convertido en el caballo de batalla de la comarca para no quedarse anclada de forma permanente en un arranque del siglo XXI que no le ha favorecido en cuanto a inversiones y, en cambio, sí se ha cebado con su precario tejido industrial. Las reivindicaciones en la Virgen de la Encina son reincidentes porque la situación sigue siendo igual de desfavorable que el año anterior y el anterior —y así sucesivamente— ante los oídos esquivos que no están por la labor de atender las necesidades de un territorio harto de promesas, a la espera de un cambio de modelo económico, que debería ser pleno y con repercusión en el empleo, pero en el que ya pocos creen.