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Con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) sin pronunciarse ante la aprobación, por parte de los estados miembros de la Unión Europea, de la rebaja del estatus de protección del lobo, aumenta la incertidumbre en el sector ganadero que no sabe por dónde saldrá el Gobierno de España para mantener una postura a todas luces insostenible, aunque conociendo el percal se teme lo peor. Aunque parece que pueda ir en contra de todo sentido común, es posible que los controles poblacionales del cánido al norte del Duero sigan prohibidos vaya por donde vaya el criterio europeo. Si finalmente es así, el empecinamiento del Miteco puede crispar aún más una situación que no ha hecho más que empeorar en los últimos tres años, y no solamente a nivel político. La distancia entre el mundo rural y el mundo de Teresa Ribera toma tintes estratosféricos.