El sueño de Medicina supera el ‘rubicón’ con el consenso buscado
León tendrá Facultad de Medicina. La esperada reunión de los rectores de las universidades públicas de la Comunidad con el presidente de la Junta dio ayer luz verde a un proyecto largamente soñado, sobre el que existían serias dudas de que llegase a buen puerto. La ‘nave’ ha empezado su viaje y ahora debe plantearse en las mesas de trabajo como un reto conjunto para articular de la mejor manera posible sus estructuras. Durante mucho tiempo se ha defendido que León tenía capacidad para albergar un centro de formación de médicos con un nivel de calidad homologable a las existentes en el entorno. Toca, desde este momento, hacer realidad tantos compromisos de respaldo como se generaron a lo largo de los años que ha durado esta reivindicación para la Universidad de León.
El consenso perseguido por Alfonso Fernández Mañueco se ha hecho realidad. Se pasa de una aspiración a un proyecto que se plasma con una doble cita temporal. En junio de 2026 deberían ofertarse las plazas para estudiar Medicina en León para que ese otoño puedan comenzar las clases. Y otro umbral, más distante, pero que deberá ser el examen final de todo este proceso: en el año 2036 tendrán que concluir su formación MIR (médico interno residente) esos primeros alumnos que cursarán el grado médico en la Universidad de León.
Los grandes proyectos surgen de la suma de esfuerzos, intereses y sinergias. Para la sociedad leonesa, sus instituciones y entidades, llega Medicina como ese deseo largamente perseguido. Quizá por ello sorprendió esa reacción lánguida percibida en algunos, quizá marcados por ese ansia de retornar al fracaso y al pesimismo del que han vivido, incluso políticamente, durante demasiado tiempo.
Para León y para toda la provincia, el día de ayer es histórico. Se pasa el rubicón y se alcanza uno de los grandes retos que tiene pendientes esta tierra. Ahora la sociedad debe estar vigilante para que Medicina se haga realidad en esos plazos y para denunciar cualquier intento espúreo de llevar el asunto a la arena política, poniéndolo en riesgo como ha ocurrido con tantos asuntos que terminaron fracasando.