Isadora Duncan recoge los frutos
Han transcurrido cuatro décadas desde que se puso en marcha una pugna, un tanto quijotesca entonces, para intentar sacar del ostracismo a las familias monoparentales. De la mano del colectivo que fructificó con la constitución de Isadora Duncán, León puede presumir de haber sido pionero en la batalla que ha logrado tantos éxitos y que ha generado situaciones de mayor igualdad y con reconocimiento de derechos para muchas mujeres. Desde la perspectiva de una Democracia, con los derechos y las libertades garantizadas para todo, resulta complejo asumir que hace 40 años las cosas eran radicalmente distintas para unas pioneras que plantaron cara al Estado y a la sociedad para ir poco a poco doblegando unas inercias que amenazaban con perpetuar su discriminación. El éxito es claro y también los son los retos aún pendientes.