Política «chavista» en el Ayuntamiento

Los equilibrios de poderes es uno de los puntales de la Democracia. En España hemos sido testigos de unos ataques por parte de los sucesivos gobiernos a esa separación a pesar del rechazo generalizado de la ciudadanía. La situación del Ejecutivo actual, en pugna directa contra el Poder Judicial, es el mejor ejemplo de esa perversión del sistema que se extiende, con la sensación de que son los regímenes democráticos los que abren la puerta a aceptar como válidas fórmulas más propias de otros gobiernos con tufos dictatoriales. Esa especie de «chavismo» que gana enteros en todo tipo de instituciones parece que llega al Ayuntamiento de León. En una administración local existen unos cargos marcados por la independencia precisamente para mantener un control sobre las acciones de poder. Ese afán «devorador» por incrementar el control vivirá hoy en el Consistorio de la capital un episodio, si la oposición no lo remedía, con notables consecuencias futuras. Se intenta evitar que desde la Intervención -que ha ejercido su papel fiscalizador para desagrado del alcalde José Antonio Diez- se realice con normalidad sus funciones. Se intenta abrir la puerta a futuras designaciones a dedo, algo que ya intentó hace meses con el polémico «superintendente» policial que no fue capaz de sacar adelante.